jueves, 18 de septiembre de 2008

Nuestro objetivo...

Escogimos este tema porque nos parece fascinante lo que la cultura maya hacía, uniendo la ciencia con la religión.
La astronomía maya, con la ubicación de constelaciones y la predicción de eclipses, hace de ésta cultura una de las culturas con más avance científico en mesoamérica.La relación que hacían entre los seres mitólogicos y las constelaciones y fenómenos naturales es única en el mundo por su complejidad y maravilla. Muchas Gracias. FIN.

Predicciones Mayas

El cumplimiento de las detalladas predicciones que la antigua cultura maya hizo para el periodo que media entre los años 1992 y 2012 de nuestro calendario plantea un profundo misterio y una pregunta inquietante:
Los científicos no saben qué está sucediendo con el Sol. El 20 de enero de este año (2005), una sorpresiva tormenta solar alcanzó la Tierra con su máximo de radiación sólo 15 minutos después de iniciarse la serie de explosiones, cuando lo habitual son 2 horas.
Los científicos creían que dichas tormentas se producían en la corona solar por las ondas de choque asociadas a eyecciones de plasma. Sin embargo, en este caso parece haberse originado extrañamente en el interior del Sol.
En 2004 los físicos solares observaron una ausencia total de manchas, algo que siempre anuncia la proximidad de un mínimo de actividad.Dicho mínimo debía producirse entre 2005 y 2006, unos 4 años antes del nuevo máximo, previsto para el año 2010 o 2011, precisamente en vísperas de la fecha para la cual los antiguos mayas profetizaron el final de la era correspondiente al «Quinto Sol» y el comienzo de otro ciclo cósmico, llamado «Sexto Sol».
El calendario maya finaliza abruptamente el sábado 22 de diciembre de 2012, 5.125 años despúes de iniciarse la era del «Quinto Sol».
Según sus profecías, la causa física desencadenante es que el Sol recibiría un rayo proveniente del centro de la galaxia y emitiría una inmensa «llamarada radiante» que transmitiría esa radiación a la Tierra y al resto del sistema solar.
Este evento precedería al comienzo de un nuevo ciclo cósmico.Según su cálculo, habrían tenido lugar ya 5 ciclos de 5.125 años, completando una serie de 25.625 años, periodo muy próximo al de «la precesión de los equinoccios», conocido como «Año Platónico» o «Gran Año Egipcio», correspondiente a un ciclo completo formado por 12 eras astrológicas ( 25.920 años).
Según los mayas, en la Tierra cada ciclo de 5.125 años habría sido el escenario de la aventura de una Humanidad –«una raza» en su concepto– y habría acabado con su destrucción, seguida por la regeneración que trae el siguiente ciclo o «Sol».
Al comienzo de éste se produce una sincronización de la «respiración» de todas las estrellas, planetas y seres.El 11 de agosto de 3.113 a.C. los mayas fijaron el nacimiento del «Quinto Sol» –la era actual– cuyo final llegaría en 2012.
La Era del Agua habría acabado con el Diluvio, la posterior a ésta con un diluvio de fuego y la nuestra, llamada «del Movimiento», finalizaría con violentos terremotos, erupciones volcánicas y huracanes devastadores.
La mitología de las culturas antiguas más diversas recoge la memoria de inundaciones catastróficas que tuvieron lugar hace unos 12.000 años y de misteriosas lluvias de fuego, hace algo más de 5.000 años, que investigadores como Maurice Cotterell asocian a un gran cometa que rozó la atmósfera terrestre.
La predicción maya también describe los 20 años anteriores al primer día del «Sexto Sol» con cierto detalle. Este ciclo menor, que ellos denominaban Katum, ya ha consumido casi dos tercios de su duración total. Ello nos permite verificar hasta qué punto se han cumplido sus profecías hasta este momento y, en consecuencia, decidir si su nivel de aciertos merece suficiente credibilidad como para prestarles atención.
El último Katum –denominado por ellos «el tiempo del no tiempo»– habría empezado en el año 1992 de nuestro calendario, después de un eclipse de Sol que esta cultura pronosticó para el 11 de julio de 1991 y que se cumplió puntualmente.
En el concepto maya se trataría de un periodo de transición, caracterizado por profundos cambios cósmicos, telúricos e históricos.Es curioso observar que en septiembre de 1994 se produjeron fuertes perturbaciones en el magnetismo terrestre, con alteraciones importantes en la orientación de las aves migratorias y cetáceos, e incluso en el funcionamiento de la aviación.
En 1996, la sonda espacial Soho descubrió que el Sol no presentaba ya polos magnéticos sino un único campo homogeneizado. En 1997 se produjeron violentas tormentas magnéticas en el Sol.Y en 1998, la NASA detectó la emisión de un potente flujo de energía proveniente del centro de la galaxia que nadie supo explicar.
Otra fecha importante de las profecías mayas fue el eclipse total de Sol del 11 de agosto de 1999, que también se verificó puntualmente.
Según el Chilam Balam –un libro sagrado maya–, siete años después del inicio del último Katum (1999) comenzaría una era de oscuridad y las convulsiones de la Tierra –sismos, huracanes, erupciones volcánicas– aumentarían sensiblemente.
El 15 de septiembre de 1999, sólo un mes después del mencionado eclipse, una misteriosa explosión proveniente del espacio eclipsó durante horas el brillo de algunas estrellas. Las radiaciones de ondas radio, rayos gamma y rayos X multiplicaron su intensidad por 120.
El eclipse del 11 de agosto de 1999 que precedió a la fuerte radiación proveniente del espacio del 15 de septiembre de 2005 inauguró un periodo de cataclismos naturales.El día 7 de ese mismo mes se produjo un terremoto de 5,9º (escala Richter) en Grecia, con 218 muertos;el 8, inundaciones catastróficas en China, con miles de muertos;el 17, un terremoto de 7,4º en Turquía, con 15.000 muertos;el 20, un terremoto de 7,6º en Taiwan, con 2.000 muertos;el 22, una cadena de terremotos menos destructivos –entre 2º y 5,2º– en todo el planeta;el 30, un terremoto en Oaxaca (México),seguido de grandes incendios debidos a explosiones de gas, con más de 100 muertos;y el 10 de octubre las lluvias produjeron 300 muertos y 500.000 damnificados, también en México.
No se trata de una lista exhaustiva de catástrofes ni mucho menos, sino sólo de una muestra de algunos fenómenos muy destructivos, ocurridos tan sólo en los dos meses que siguieron al eclipse de agosto.
Incluir los conflictos humanos que estallaron en esos dos meses y otras catástrofes naturales requeriría un abultado volumen.En este mismo número se recogen otros datos sobre el aumento espectacular de los seísmos, erupciones volcánicas y meteoros violentos.
La comparación de la intensidad y la cantidad que estos fenómenos tuvieron en los últimos años con periodos anteriores revela que experimentaron un incremento espectacular en este periodo que los mayas denominaron «el tiempo del no tiempo».
Después de la potente y anómala radiación emitida por el Sol el 20 de enero de este año se han disparado las erupciones volcánicas, que ya habían experimentado un incremento notable después del eclipe de 1999. En todo 2004 se registraron 31 erupciones significativas.
Sólo entre enero y abril de 2005, se han detectado 21. Y si sumamos los informes sobre nueva actividad de los volcanes que experimentaron erupciones significativas desde 1999, la cifra asciende a 43 para los 4 meses iniciales de este año.A esta confirmación de las predicciones mayas debemos añadir otras.
Según dichas profecías, a partir del eclipse de 1999 se incrementarían las guerras y la destrucción.El cono de sombra de este eclipse se proyectó precisamente sobre Medio Oriente, Irak, Irán, Afganistán, Paquistán e India, señalando un área sacudida por los conflictos más sangrientos y la amenaza permanente de una confrontación entre Paquistán e India, ambos con arsenal nuclear.
Al acercarse el 2012 una ola de calor aumentaría la temperatura del planeta, produciendo cambios climáticos, geológicos y sociales sin precedentes, con una rapidez asombrosa. Estamos inmersos en dicha dinámica.
El acelerado derretimiento de los glaciares en todo el mundo y la aparición de zonas verdes en la Antártida es ya un hecho confirmado científicamente.
También anunciaron los cambios inesperados de la actividad del Sol que los científicos están verificando.Las profecías mayas pronostican la aparición de un cometa, con alta probabilidad de un impacto contra la Tierra.
Estamos ante un simbolismo complejo que encaja con las profecías mayas del comienzo del «Sexto Sol»: una nueva era que, según su predicción, supondrá «el final del tiempo del miedo» y una Humanidad renovada cósmicamente, que construirá una civilización superior a la actual.Esta convergencia de expectativas, independientes unas de otras, que avalan las profecías mayas es otro hecho a tener en cuenta.
En cualquier caso, todas estas profecías son muy elocuentes respecto a dicho salto cualitativo en la evolución de la conciencia.
El cambio cósmico crea las condiciones, pero la transmutación interior sólo puede ser el resultado de una decisión libre y de un trabajo interior individual.En este final del último Katum del calendario maya el Cielo nos pone ante una encrucijada: autodestrucción o transformación.
Nos hallamos, por tanto, en una especie de «tierra de nadie»: una fase definitiva que ya no pertenece a la vieja era, pero tampoco a la que amanecerá dentro de siete años, cuando se abra «la puerta» cósmica de un tiempo renovado.
cualquier caso, nos parece evidente que los hechos corroboran las profecías mayas lo suficiente como para tomarlas en serio y examinarlas sin prejuicios a la luz de lo que sabemos del mundo.

Ritos y Concepción del Mundo

Las pirámides servían como templos y también eran utilizadas para enterrar a sus gobernantes y dentro de las pirámides construyeron falsas cámaras y sepultaron falsos funerarios y sirvientes para que acompañaran al difunto en la vida ultraterrena.Los fieles asistían a las ceremonias al aire libre, abajo y al frente, de la pirámide-templo. Le pedían a sus dioses los dones de la vida, la salud y el sustento, a cambio de los cuales realizaban una serie de ofrendas y de ceremonias purificadoras inmersas en un complejo ritual.
Los ritos:
  • Los auto sacrificios. Se perforaban la lengua, los lóbulos, y órganos sexuales y ofreciendo la sangre recogida. La sangre se quemaba junto con papel, resinas vegetales, hule y los instrumentos mismos del auto sacrificio como las espinas de mantarraya, las cuerdas, etc. Los sacrificios de animales.

  • Los sacrificios humanos (prisioneros de guerra, esclavos o personas escogidas por su nacimiento), a quienes se les extirpaba el corazón o decapitaba. © Los bailes, cantos, dramatizaciones, rezos.

  • El ayuno y la abstinencia sexual.

  • El uso de hongos alucinógenos, bebidas fermentadas (balché), tabaco silvestre, comidas especiales y flores psicotrópicas.

  • Las ofrendas de animales, plantas, flores, estatuas, incienso, ornamentos (plumas, conchas), turquesa, obsidiana, jade, cobre y oro, entre otros.

Concepción del Mundo

Los mayas concebían al cosmos compuesto por 13 cielos, uno sobre otro, siendo la tierra la capa más baja. Sobre cada cielo presidían trece dioses, llamados los Oxlahuntikú. Bajo la tierra había otros nueve cielos, también en capas, sobre los que presidían los Bolontikú. El último de estos cielos era el Mitnal, el infierno maya, reino de Ah Puch, señor de la muerte.Creían que, antes que el suyo, habían existido otros mundos destruidos todos por el diluvio. El mundo actual era sostenido por cuatro hermanos guardianes llamados Bacabes, localizados en los cuatro puntos cardinales. En el centro del mundo maya se encontraba el Yaxché, o ceiba sagrada, cuyas ramas se elevaban a los cielos y cuyas raíces penetraban en el inframundo.

Dioses Mayas

Hunab Kú: Dios Creador. Era el principal dios maya, creador del mundo y de la humanidad a partir del maíz.

Itzamná: Dios de la Sabiduría, inventor de las ciencias y conocimientos, señor de los cielos, la noche y el día e hijo de Hunab kú.


Kukulcán: significa "Serpiente Emplumada", "kukul" significa sagrado o divino y "can" significa serpiente. Su origen es muy anterior a los mayas y esta presente en toda America Central, es la deidad que más frecuentemente aparece en los manuscritos del Códice de Dresde y otros.
Ix Chebel Ya'ax: esposa de Kinich Ahaum madre de todos los dioses y diosas.

Kinich Ahau: dios Sol, hijo de Itzamná.

Ixchel: diosa de la Luna, las inundaciones, el embarazo, el tejido, del amor y esposa de Itzamná.


Chaac: dios de la lluvia que se divide en los 4 rumbos cardinales, este (rojo), norte (blanco), oeste (negro) y sur (amarillo). Era el dios de mayor ascendencia popular, al ser dios de la fertilidad y de la agricultura.


Wakax Yol K'awil o Nal: dios del maíz o de la agricultura, señor de los bosques.


Ah Puch: Dios y rey de Xibalbá,el inframundo. Descrito como un esqueleto o cadaver con un rostro de jaguar era una deidad malévola. Se le denomina "Señor del noveno Infierno" o "El destructor de mundos"

Xaman Ek: Estrella del norte (la estrella polar), de los caminos y el comercio. Dador de luz al ser señor de la estrella del norte; cuida y guía a los comerciantes y mensajeros en sus largos viajes hacia otros pueblos.Se lo consideraba el dios de los comerciantes y mercaderes.
Ixtab: diosa del suicidio, esposa de el dios de la muerte, También era la divinidad de la horca. En la tradición maya, el suicidio era considerado una manera extremadamente honorable de morir.

Ek Chuah: escorpión negro de la guerra, patrono del cacao y dios de los viajeros.

Ik: Dios del viento, símbolo del alma, la cultura y el arte. Espiritualmente, el mago sabio, signo de libertad.

Ak kin: Dios del Sol, adoradores del Sol, tomaron a este como símbolo del Cristo cósmico, asociaban el sol con la anatomía humana.

Observatorio

Una de las construcciónes más importantes fue la de la la escalera de Caracol. Este fue el centro por excelencia de los antiguos astrónomos mayas para la observación del cielo y los cuerpos celestes, ámbito en que esta cultura fue sorprendentemente precisa. Las ventanas del edificio se encuentran orientadas a los puntos cardinales y también están alineadas con el paso del Sol durante los equinoccios, constituyéndose en otra maravilla arquitectónica. Así como la pirámide de Kukulcán, el observatorio también tiene el acceso restringido hasta cierto punto
ES un gran edificio que sorprende al visitante por la presencia incongruente de su elevada estructura cilíndrica, Esta construcción, en la que se ha reconocido un observatorio astronómico, ha sido bautizada con el nombre de Caracol debido a su curiosa organización interna, basada en un sistema de círculos concéntricos y espirales.
El principio de las observaciones astronómicas se basa en la coincidencia entre dos ángulos de paredes en el interior de una abertura en forma de tronera: por ejemplo, a la izquierda el ángulo externo, y a la derecha el ángulo interno de la abertura. Este método permite efectuar observaciones de una gran precisión. Estudiando los resultados proporcionados por la cámara superior del Caracol.
Su base se apoya, a su vez, en una plataforma rectangular, decorada en la parte superior por una cornisa de esquinas redondeadas. Curiosamente, su forma es muy semejante a la de los observatorios modernos, y consta de tres estructuras superpuestas: tiene una base interior circular alrededor de la cual se edificó otro basamento. El segundo cuerpo de la torre se sitúa sobre la cornisa de la anterior. Ostenta un friso que tiene, sobre cada una de las puertas, un mascarón del dios Chaac y un personaje sentado, rodeado por un marco de plumas y serpientes. En el tercero y último cuerpo aún puede verse una serie de aberturas o ventanas que permitían observaciones astronómicas.

Desde aquí, los observadores mayas estudiaban el cosmos y formulaban predicciones. En los días equinocciales, todavía es posible observar el alineamiento de los astros en las aberturas o ventanillas de esta obra maestra científica y arquitectónica.
Por estas razones, este edificio es considerado una de las principales construcciones de Chichén Itzá.

El Calendario Maya


Gracias a la precisión del calendario, entre los pueblos mesoamericanos este es el más perfecto, los mayas eran capaces de organizar sus actividades habituales, y registrar simultáneamente el paso del tiempo.Al año universal de 365 días, al que le llaman Haab, y había otro sagrado de 260 días al que le llamaban Tzolkin. El Tzolkin manejaba la vida de la “gente inferior”, las ceremonias religiosas y la organización de las tareas campesinas.Los años Haab y Tzolkin formaban ciclos, como nuestras décadas o siglos, pero ellos los contaban en 20 en 20, o integrados por 52 años.Crearon un “día cero”, que según dicen los científicos fue el 12 de agosto de 3113 a.C. No saben qué sucedió, pero seguramente se trate de una fecha mítica.La repetición dominaba a la linealidad.La repetición traía problemas para traducir las fechas de los mayas a nuestro calendario, es muy difícil saber hechos similares de sucesiones distintas.Los libros de los mayas sagrados eran textos de historia y de predicciones del futuro. Como pensaban los mayas: pasado, presente y futuro son una misma dimensión.